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2 cucharadas de aceite de oliva

2 cebollas, picadas

1 manojo de acelgas, con las hojas limpias y picadas, sin los tallos

1 calabaza cacahuete mediana

queso parmesano rallado

2 vasos de leche

2 cucharadas de harina

9 placas de lasaña

1/2 cucharadita de nuez moscada rallada

Piñones

Sal y pimienta negra recién molida

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Precalentar el horno a 200 grados.

Comenzar preparando la crema de calabaza. Colocar la calabaza entera sin pelar en la llanda del horno, sobre papel de hornear, y asar durante unos 30 minutos. Una vez que la calabaza esté asada será muy fácil desprender su piel y cortarla en trozos.

Poner a calentar una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva. Saltear la calabaza pelada y troceada a fuego suave e ir desmenuzando con ayuda de una cuchara de madera hasta que quede con una textura cremosa. Probar y ajustar de sal y pimienta si es necesario.

Poner las 9 placas de lasaña en una fuente amplia con agua caliente para que se ablanden.

Pochar la cebolla en aceite de oliva a fuego medio durante 5 minutos o hasta que esté transparente. Subir el fuego a medio-alto y agregar las acelgas y sal. Cocinar hasta que la acelga esté pochada y no quede agua en la sartén (el agua que suelta la acelga).

Preparar la bechamel con la harina, leche, sal, pimienta y un toque de nuez moscada.

Montar la lasaña en una fuente poniendo una capa de lamínas de pasta, una capa de pasta de calabaza y un poco de bechamel, otra capa de láminas de pasta una segunda capa de pasta de calabaza, las acelgas con cebolla y un poco de bechamel. Cubrir con la tercera y última capa de láminas de pasta, y cubrir con bechamel generosamente, queso parmesano rallado y piñones.

Cubrir con papel de aluminio y hornear a 180º durante 15 minutos. Destapar y hornear 10 minutos más o hasta que el queso y los piñones estén dorados.