500 gramos de castañas
50 gramos de mantequilla
100 gramos de azúcar
Hacer un corte transversal en las castañas con un cuchillo. Un corte superficial, para que después, al pelarlas, no se rompan.
Poner un cazo con agua al fuego y cuando rompa a hervir añadir las castañas. Dejar cocer 10 minutos.
Pelar las castañas, con paciencia, para que se rompan lo menos posible. Es lo único entretenido de esta receta.
Poner la mantequilla en una sartén, una vez que se funda añadir las castañas peladas. Freír en la mantequilla hasta que estén doradas, añadir el azúcar y mover hasta que se caramelicen.
Poner en una superficie con papel de hornear, para que no se peguen. Dejar enfriar y disfrutar.